El diagnóstico de la micosis fungoide, un linfoma cutáneo de células T, puede tardar en promedio unos 36 meses desde la primera consulta, lo que complica el tratamiento precoz. Esta enfermedad oncológica rara afecta a la piel y sus síntomas suelen confundirse con otras patologías cutáneas leves.

Características de la micosis fungoide

La micosis fungoide representa aproximadamente el 65% de los linfomas cutáneos de células T. Su baja incidencia y la similitud de sus síntomas con otras enfermedades de la piel dificultan su diagnóstico y tratamiento, lo que la clasifica como una enfermedad oncológica rara.

Este linfoma afecta principalmente a la piel en sus etapas iniciales, pero puede progresar y comprometer seriamente la vida del paciente. 

Síntomas y diagnóstico

Los síntomas de la micosis fungoide dependen del estadio de la enfermedad. En sus primeras etapas, aparecen erupciones en la piel, picores y descamación. A medida que avanza, los síntomas se agravan y se presentan:

Engrosamientos en la piel.

Enrojecimiento.

Úlceras y tumores con forma de seta.

La doctora Cristina Muniesa, dermatóloga del Hospital Universitario de Bellvitge y coordinadora del Grupo Español de Linfomas Cutáneos, explica que estos síntomas pueden confundirse con eccemas, tiñas o psoriasis, complicando el diagnóstico diferencial.

El retraso en el diagnóstico aumenta el riesgo de que el linfoma avance a estadios más severos y se disemine a otras partes del cuerpo, como ganglios linfáticos, sangre o vísceras, lo que puede ser fatal.

Impacto emocional y calidad de vida

Además de los síntomas visibles, los pacientes con micosis fungoide pueden sufrir depresión, trastornos del sueño debido al picor y fatiga crónica. 

La visibilidad de los tumores en la piel puede estigmatizar al paciente y afectar su vida social, como señala la doctora Muniesa.

Importancia del diagnóstico temprano

El diagnóstico temprano es crucial para evitar la progresión de la micosis fungoide. Sin embargo, el diagnóstico suele retrasarse, dificultando un tratamiento precoz que podría retrasar la evolución de la enfermedad. 

La doctora Muniesa indica que alrededor del 20-25% de los casos pueden progresar a estadios avanzados con lesiones tumorales, riesgo de sobreinfección y dolor.

Tratamiento de la micosis fungoide

La quimioterapia es una de las maneras más efectivas de tratar este linfoma cutáneo. Los avances clínicos y la investigación han logrado frenar significativamente la progresión de la enfermedad.

La doctora Muniesa destaca que recientemente se dispone de una nueva alternativa terapéutica para los pacientes con micosis fungoide, lo que supone una esperanza para controlar su enfermedad y mejorar su calidad de vida. Este tratamiento permite a los pacientes tratarse en su domicilio, evitando desplazamientos a centros sanitarios y liberando recursos del sistema público de salud para otros pacientes y patologías.